miércoles, 21 de diciembre de 2011

L´alboté, herencia de una tierra.

Al abrigo de la Sierra de La Carrodilla,  allá donde se allana el relieve pirenaico, un pleonasmo de tierras en las que penetraron milenarios encinares, convirtieron la cruda arcilla en turba rezumante... para dar cabida a un caldo de cultivo apropiado para la Trinidad de estos somontanos: Olivo, Almendro y Vid.
  Tres Dioses paganos que en la mente de aquellos primigénios Baixo-ribagorzanos se plasmaron en fuente de alimento, en cultura y con los años, en sabia tradición de un legado genuíno.

De origen árabe, L'albote evoca la herencia de una cultura comprometida con la tierra, de un pasado en el que las almendras  eran la base de muchos platos y fiestas.

Los árboles están en un valle rodeado de cientos de terrazas  que sostienen oliveras y almendreras, salpicando su horizonte y en el que los terebintos y las esparragueras se esparcen en la sierra.  Allí nacen Las Artigas que tanto esfuerzo constaron y que ahora se debaten entre las nuevas técnicas agricolas o la vuelta al cultivo natural del que son herencia viva e inmutables con el paso del tiempo.

Con esta filosofía nace este producto, con el respeto a la Tierra, con la ilusión del trabajo bien hecho y con la honradez de poder ofreceros el producto de venta directa.
Tanto la poda como la recogida se realizan a mano y el proceso de tueste se hace con las mismas cascaras en un horno de leña.
Las almendras de variedad  "LLargueta" son de un color blanco brillante con un sabor agradablemente dulce y algo gelatinoso. Esta variedad se caracteriza por su forma plana y alargada. Se consumen frescas, tostadas, fritas o saladas. Se utiliza en repostería para la elaboración de tartas y pasteles, así como para la preparación de turrones, caramelos y confites.

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